"No estoy aquí para calentar el puesto, yo no voy a firmar nada bajo presión y no voy a claudicar. Primero muerto antes que perder la vida, aquí salgo como presidente o me sacan como cadáver".Correa aseguró que sabía lo que se jugaba al asumir la Presidencia de la república.
Una fuerte tensión reina en torno al Hospital Metropolitano, donde desde hace algunas horas permance virtualmente detenido el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
Hasta ese punto, rodeado por unidades de la policía, se han desplazado miles de partidarios del gobierno, que reclaman la inmediata vuelta a la normalidad de la nación andina y la liberación del mandatario, conducido a allí luego de que sufriera los efectos de gases lacrimógenos lanzados durante su visita al Regimiento Uno de la policía en Quito.
La situación política ecuatoriana hizo explosión hoy, cuando cientos de efectivos de las policía nacional se lanzaron a las calles en protesta por diferencias salariales con la administración nacional. A esa situación se sumaron los ataques organizados por sectores de la oligarquía y la oposición ecuatoriana, que han aprovechado los desórdenes para protagonizar saqueos en varias de las principales ciudades.
La compleja situación ha continuado durante toda la jornada y, todavía a esta hora, no se han podido crear las condiciones para el necesario encuentro entre el mandatario andino y los representantes de las fuerzas amotinadas, aunque la comunidad internacional y el ejército han ratificado su respaldo a la constitucionalidad.
A medida que ha ido avanzando el día, la situación se ha tornado más compleja. Lo que comenzó siendo una insubordinación de unos cuantos policías, cada vez semeja más un Golpe de Estado. Las fuerzas insurgentes han tomado la base aérea y el aeropuerto internacional de Quito, en tanto el ex presidente Lucio Gutiérrez pidió la disolución del Parlamento y aseguró que para dar solución a la crisis deben celebrarse elecciones presidenciales anticipadas.
“Es inadmisible -dijo Correa- que los encargados de mantener el orden público lancen gases lacrimógenos contra su presidente”. Agregó: “Ya llegarán los policías patriotas, formados durante este gobierno, para restablecer el orden”.
Los golpistas arremeten también contra los cientos de ciudadanos que exigen la liberación del jefe de gobierno, con gases lacrimógenos y disparos, y ya un ciudadano resultó muerto durante las manifestaciones.
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